La salvia fresca es una hierba aromática muy utilizada en la cocina por su intenso aroma y sabor ligeramente amargo. Su uso es habitual en platos de carne, especialmente cerdo y aves, así como en rellenos, salsas y caldos. También se emplea para preparar infusiones con propiedades digestivas y antiinflamatorias.

Conservar en refrigeración entre 3–6 °C.